Son múltiples las consecuencias del insomnio: alteración de la atención, concentración o la memoria, dificultades en el rendimiento laboral/escolar, alteración del humor o irritabilidad, cefaleas tensionales y síntomas gastrointestinales. El sueño es un modulador de la regulación de la glucosa, de la liberación de hormonas y de la función cardiovascular, por lo que modificar constantemente su duración tiene consecuencias negativas metabólicas, cardiovasculares, además de cognitivas y emocionales.