Dormimos para poder vivir

  • Hoy se celebra el Día Mundial del Sueño, que coincide siempre con el viernes anterior al equinoccio de marzo.
  • El Grupo HLA cuenta con una Unidad del Sueño que trata de forma multidisciplinar desde hace más de 15 años al cuidado de la salud de sus pacientes mientras duermen.
  • La Unidad recibió en octubre de 2017 el primer premio del Top 5 de Hospital Optimista por ser una unidad que pone en marcha estrategias sistemáticas saludables que influyen positivamente sobre la salud y el bienestar psicosocial.
  • La directora de la Unidad de Sueño de HLA, la doctora Paula Giménez, nos da las claves para dormir bien en los próximos meses en los que el cambio horario y la primavera podrían afectar a nuestro descanso.

P: ¿De qué manera altera el sueño la primavera?

R: En unos pocos días cambiará la hora y anochecerá una hora más tarde. En primavera y  verano amanece antes y anochece más tarde, llegando en junio a anochecer alrededor de las 22.00 horas, comparativamente a los meses de invierno en los que a las 18.00 horas ya es de noche. En definitiva, en primavera y verano estamos expuestos a un número considerablemente mayor de horas de luz.  La luz es el principal sincronizador de nuestro ritmo circadiano de sueño, marcándole y preparando nuestro organismo bien para estar despiertos o bien para dormir. El que a las 20.00 o 21.00 horas sea de día implica que hasta esa hora estamos expuestos a luz con lo que irremediablemente nos dormimos más tarde, pues para fabricar la hormona del sueño (melatonina) necesitamos condiciones de oscuridad. Esto provoca que nos durmamos más tarde y que en definitiva durmamos menos pues la hora de levantarse, salvo en periodos de vacaciones, se mantiene.

P: Además, para los alérgicos con medicación, la situación empeora, ¿qué recomendaciones deben tener en cuenta?

R: La histamina es un neurotransmisor que promueve la vigilia. Los pacientes con alergia primaveral frecuentemente utilizan antihistamínicos, fármacos que como efecto secundario producen somnolencia diurna. Este efecto se minimiza utilizando antihistamínicos de 2ª y 3ª generación, con menor o nulo efecto a nivel del sistema nervioso central. Por otro lado, es recomendable respetar las 7-8 horas de sueño recomendadas para un adulto, así como llevar unos hábitos de sueño saludables.

P: En general, ¿es la época primaveral una de las peores para el sueño junto con las altas temperaturas veraniegas?

R: Efectivamente, por un lado los efectos de la exposición a luz hasta las 21.00-22.00 horas en esta época del año y por otro las altas temperaturas a las que se llega en agosto en muchos puntos de España no ayudan  ni a conciliar ni a mantener el sueño. La temperatura óptima para dormir son 18-20º C. Tanto temperaturas bajas como temperaturas altas influyen negativamente en nuestro sueño.

P: ¿Por qué es tan importante tener en cuenta la calidad del sueño?

R: Es fundamental. El sueño es nuestro taller de reparación, es el momento en el que se repara nuestro sistema cardiovascular, musculoesquelético, metabólico, inmune y las funciones cognitivas. La alteración crónica de la calidad del sueño o la privación del mismo a largo plazo aumenta el riesgo de enfermedades metabólicas (diabetes, intolerancia a la glucosa), cardio y cerebrovasculares (hipertensión arterial, infartos agudos de miocardio, ICTUS), alteraciones inmunológicas, alteraciones del estado de ánimo (depresión, irritabilidad, ansiedad) y deterioro de las funciones cognitivas (pérdida de memoria, falta de concentración, somnolencia…). Tan importante son las horas de sueño como la calidad de las mismas.

P: ¿Cuándo deberíamos preocuparnos e ir al médico por dormir mal?

R: Todos podemos tener una racha o un periodo en el que nos cueste dormir o nos despertamos a mitad de noche porque estemos pasando por un momento estresante o angustioso. Si la situación se alarga o produce un deterior diurno significativo es recomendable consultar con el médico quien nos dará las pautas necesarias.

P: ¿Es este uno de los hábitos más importantes del ser humano?

R: Dormir es una necesidad, pues dormimos para poder vivir. Dentro de los pilares de vida saludable está la alimentación, llevar una dieta equilibrada, el realizar ejercicio físico moderado diariamente y dormir una media de 7-8 horas.

 

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Clínica Vistahermosa
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