Cada vez es mayor el número de personas que practican disciplinas como el Running o el Triatlón siendo difícil compatibilizar los entrenamientos con la vida laboral y familiar. También es habitual sacrificar horas de sueño para entrenar, madrugando excesivamente sin conseguir las 8 horas de sueño nocturno recomendadas por los especialistas.
De hecho, recientes estudios sugieren que los atletas de élite en épocas de entrenamiento y de competición duermen menos horas. La privación crónica de sueño puede tener efectos negativos en el rendimiento físico, especialmente en el ejercicio submáximo de larga distancia, además de afectar a la percepción del dolor, al aprendizaje, la memoria, el sistema inmunitario y neuroendocrino.
Varios estudios han demostrado que una breve siesta de 30 minutos mejora el rendimiento en el sprint, el nivel de alerta y la somnolencia, con efectos beneficiosos a la hora de aprender nuevas estrategias, tácticas o destrezas.
Los dos momentos claves en los que el sueño se afecta mayoritariamente en el deportista son las noches previas a las competiciones y durante el periodo de entrenamiento. Por ello, es recomendable una breve siesta de 30 minutos a estos deportistas muy madrugadores o que van parcialmente privados de sueño de cara a un mejor rendimiento, especialmente en los entrenamientos de la tarde.
Dra. Paula Giménez.
Neurofisióloga Clínica y Médico Experto en Medicina del Sueño.