En mis más de 10 años ejerciendo la Medicina del Sueño únicamente he visto dos casos de Sexsomnia, el segundo de ellos la semana pasada. La frecuencia de este trastorno en la población es desconocida, pues los pacientes que lo sufren pocas veces consultan con su médico, habitualmente por pudor o vergüenza.
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La sexsomnia es un trastorno del sueño en el que el paciente practica conductas sexuales o intenta consumar relaciones sexuales estando dormido. Es importante recalcar que el paciente está dormido durante el episodio y suele ser la pareja la que lo descubre sorprendida en mitad de la noche, bien porque está siendo acosado/a sexualmente o al escuchar que su pareja emite gemidos y vocalizaciones de contenido sexual. Aunque es un trastorno que predomina en hombres, también se observa en las mujeres y suele afectar a gente joven.
Los episodios característicamente suelen ocurrir en la primera mitad de la noche. La actitud sexual en las mujeres suele implicar la masturbación y vocalizaciones sexuales mientras que los hombres intentan consumar el coito o tocar las partes íntimas de la mujer. Es muy frecuente que el comportamiento sexual durante la Sexsomnia sea diferente al que la persona presenta durante la vigilia, siendo unos pacientes más delicados y cariñosos con sus parejas, mientras que otros intentan mantener relaciones sexuales de una manera más agresiva y violenta. La mayor parte de las parejas refieren que “no parece él/ella” por lo que suelen rechazar el juego sexual al entender que no es un acto voluntario de su pareja, aunque otras prefieren la actitud sexual que su pareja presenta durante la Sexsomnia, accediendo y consumando el acto. Característicamente el paciente no recuerda nada de lo sucedido al día siguiente y si se le despierta en ese momento se mostrará confuso e incluso sorprendido al no ser consciente de lo que estaba ocurriendo.
La frecuencia de aparición de los episodios en muy variable, pudiendo presentar algunos pacientes de 3 a 6 episodios a la semana mientras que otros presentan un único episodio a lo largo de su vida. Al igual que otras parasomnias, su causa es desconocida, aunque se han descrito varios factores que pueden precipitar la aparición de estos episodios: el contacto físico con la pareja que comparte la cama, la privación de sueño, el estrés, la fatiga y el abuso de alcohol y de drogas y ciertos fármacos. También se postula que trastornos que fragmentan el sueño como el Síndrome de Apnea-hipopnea del Sueño, el Síndrome de Piernas Inquietas o el trabajo a turnos pueden ser factores precipitantes en personas predispuestas.
Respecto a las posibles consecuencias de la Sexsomnia, muchos pacientes se sienten avergonzados y humillados cuando su pareja les relata los actos que realizan dormidos, de manera involuntaria. Otras veces es la pareja la que se siente humillada. Por otro lado, es un campo abierto dentro de la medicina legal y forense, pues ya son varios los sujetos con Sexsomnia que han sido juzgados por violación y por abuso a menores.
Dra. Paula Giménez.
Neurofisióloga Clínica y Médico Experto en Medicina del Sueño.
